El documento habla sobre el montaje cinematográfico. Explica que el montaje es la fase de producción en la que se seleccionan, cortan y unen las diferentes partes de una película de acuerdo a un orden narrativo establecido. También permite saltos en el espacio y tiempo narrativo e incluir efectos especiales. Se debe asegurar la continuidad entre planos para que los detalles sean consistentes de un fotograma a otro. Existen distintos tipos de montaje como el paralelo o el de continuidad.
3. El montaje en el cine
• Es la fase técnica de
producción de una
película en la que se
escogen, cortan y pegan
los diferentes trozos de
un filme.
• Se realiza la selección y
la combinación de los
planos de acuerdo a una
temporalidad y orden
narrativo establecido.
4. Fines del montaje:
• Cambiar y reordenar el
orden real de la filmación
por un orden espacial y
temporal establecido en
el guión previo.
• Posibilita saltos en el
espacio y en el tiempo
narrativo.
• Permite incluir efectos
especiales y trucos en la
estructura narrativa del
filme.
5. Continuidad o “raccord”
• “raccord” palabra
francesa que tiene su
equivalente en
español de la palabra
“continuidad”.
• El “script” debe
preocuparse de que
los detalles sean los
mismos de un
fotograma a otro.
• Errores de raccord.
http://cineblog.blogia.com/2007/032801-errores-de-raccord.php
http://www.cinepatas.com/forum/viewtopic.php?p=8648
6. Distintos tipos de montaje
La tía Daniela se enamoró como se enamoran siempre las mujeres
inteligentes: como una idiota. Lo había visto llegar una mañana,
caminando con los hombros erguidos sobre un paso sereno y había
pensado: “Este hombre se cree Dios”. Pero al rato de oírlo decir
historias sobre mundos desconocidos y pasiones extrañas, se enamoró
de él y de sus brazos como si desde niña no hablara latín, no supiera
lógica, ni hubiera sorprendido a media ciudad copiando los juegos de
Góngora y Sor Juana como quien responde a una canción en el recreo.
Era tan sabia que ningún hombre quería meterse con ella, por más
que tuviera los ojos de miel y una boca brillante, por más que su cuerpo
acariciara la imaginación despertando las ganas de mirarlo desnudo,
por más que fuera hermosa como la virgen del Rosario. Daba temor
quererla porque algo había en su inteligencia que sugería siempre un
desprecio por el sexo opuesto y sus confusiones.
“La tía Daniela”, Angeles Mastretta, fragmento.
7. Es él, él.
Allí está de pie y mirándola. Su presencia anula de golpe los largos
años baldíos, Ias horas, los días que el destino interpuso entre ellos dos,
lento, oscuro, tenaz.
-Te recuerdo, te recuerdo adolescente. Recuerdo tu pupila clara, tu tez
de rubio curtida por el sol de la hacienda, tu cuerpo entonces, afilado
y nervioso.
Sobre tus cinco hermanas, sobre Alicia, sobre mí, a quienes
considerabas primas - no lo éramos, pero nuestros fundos lindaban y
a nuestra vez Ilamábamos tíos a tus padres - reinabas por el terror.
Te veo correr tras nuestras piernas desnudas para
fustigarlas con tu látigo.
“La amortajada” – María Luisa Bombal (fragmento)
“Volver al futuro”
“Terminator”
8. El pecho al melodioso
Anudado la joya
Con que temblando angustia
Normal tedio
Sería pasión
Muerte el violoncelo
Una bujía el ojo
Otro otra
Cristal si cristal era
Cristaleza
Magnetismo
sabéis la seda
Viento flor
lento nube lento
Seda cristal lento seda
El magnetismo
seda aliento cristal seda
Así viajando en postura de ondulación “Un perro andaluz”
Buñuel
Cristal nube
Molusco sí por violoncelo y joya
Muerte de joya y violoncelo
Así sed por hambre o hambre y sed
Y nube y joya
Lento
“Altazor” – Canto VII (Fragmento)
Huidobro.
9. «Los pies del hombre se hundieron en la
arena dejando una huella sin forma, como si
fuera la pezuña de algún animal. Treparon
sobre las piedras, engarruñándose al sentir la
inclinación de la subida; luego caminaron
hacia arriba, buscando el horizonte.
"Pies planos-dijo el que lo seguía-. Y un
dedo de menos. Le falta el dedo gordo en el
pie izquierdo. No abundan fulanos con estas
señas. “Así que será fácil." »
“El hombre” – Juan Rulfo (fragmento)
“El año en que vivimos en peligro”
Peter Weir
10. “ Con una última esperanza apretó los párpados, gimiendo por
despertar. Durante un segundo creyó que lo lograría, porque estaba
otra vez inmóvil en al cama, a salvo del balanceo cabeza abajo.
Pero olía a muerte y cuando abrió los ojos vio la figura
ensangrentada del sacrificador que venía hacia él con el cuchillo de
piedra en la mano. Alcanzó a cerrar otra vez los párpados, aunque
ahora sabía que no iba a despertarse, que estaba despierto, que el
sueño maravilloso había sido el otro, absurdo como todos los
sueños; un sueño en el que había andado por extrañas avenidas de
una ciudad asombrosa, con luces verdes y rojas que ardían sin
llama ni humo, con un enorme insecto de metal que zumbaba bajo
sus piernas. En la mentira infinita de ese sueño también lo habían
alzado del suelo, también alguien se le había acercado con un
cuchillo en la mano, a él tendido boca arriba, a él boca arriba con
los ojos cerrados entre las hogueras."
“La noche boca arriba” – Julio Cortázar (fragmento)
“Asalto y robo al tren”
T.S. Porter
11. “Mozart la lleva, en efecto. La lleva por un puente suspendido sobre un agua
cristalina que corre en un lecho de arena rosada. Ella está vestida de blanco,
con un quitasol de encaje, complicado y fino como una telaraña, abierto sobre
el hombro.
-Estás cada día más joven, Brígida. Ayer encontré a tu marido, a tu ex marido,
quiero decir. Tiene todo el pelo blanco. Pero ella no contesta, no se detiene,
sigue cruzando el puente que Mozart le ha tendido hacia el jardín de sus años
juveniles. Altos surtidores en los que el agua canta. Sus dieciocho años, sus
trenzas castañas que desatadas le llegaban hasta los tobillos, su tez dorada,
sus ojos oscuros tan abiertos y como interrogantes. Una pequeña boca de
labios carnosos, una sonrisa dulce y el cuerpo más liviano y gracioso del
mundo. ¿En qué pensaba, sentada al borde de la fuente? En nada. «Es tan
tonta como linda» decían. Pero a ella nunca le importó ser tonta ni «planchar»
(1) en los bailes. Una a una iban pidiendo en matrimonio a sus hermanas. A
ella no la pedía nadie.
¡Mozart! Ahora le brinda una escalera de mármol azul por donde ella baja entre
una doble fila de lirios de hielo. Y ahora le abre una verja de barrotes con
puntas doradas para que ella pueda echarse al cuello de Luis, el amigo íntimo
de su padre. Desde muy niña, cuando todos la abandonaban, corría hacia
Luis.”
(El árbol – María Luisa Bombal (fragmento)
El ciudadano Kane,
Orson Welles