2. Los
liberales
eran
partidarios
de
instaurar
una
república federal, los
conservadores
pretendían establecer
una
república
centralista, pero una
república centralista,
pero no descartaban
la
posibilidad
de
restaurar
la
monarquía.
Los liberales sostenían
que el federalismo
otorgaría
a
los
estados o provincias
facultades y libertad
para resolver sus
asuntos.
Los
conservadores,
por
su
parte,
proclamaban que el
centralismo
promovería el orden y
la estabilidad, así
como
una
mayor
integración nacional.
3. Los liberales aspiraban a introducir
cambios en la sociedad mexicana para
liquidar el despotismo e instaurar un
régimen de libertades; ellos promovieron
la instauración de una república
representativa y popular en la que el
presidente, los gobernadores y los
legisladores fueran electos por medio
del voto. Además, eran partidarios de la
separación de la Iglesia y el Estado.
4. Los liberales estaban en favor de las libertades
individuales, apoyaban el derecho de cada
persona de dedicarse al trabajo, industria o
comercio de su preferencia; defendían la
libertad de comercio y la participación de los
capitales extranjeros en las actividades
económicas del país.
Los
conservadores
respaldaban
el
proteccionismo de la industria nacional y las
medidas que combatieran la importación de
mercancías.
5. En cuanto a la
libertad
de
creencias,
los
liberales
eran
partidarios de la
libertad de cultos,
esto
es,
el
derecho de cada
persona
de
practicar
la
religión de su
preferencia.
Los
conservadores,
por su parte, no
aceptaban otra
religión distinta
de la católica,
pues
consideraban
que ésta era la
base
de
la
unidad de los
mexicanos.