Los transgéneros nacen sintiendo que su género no coincide con su cuerpo biológico. En Medellín, aún predomina una cultura machista que inhibe la libertad de expresión de la orientación sexual. Ser trans es un proceso difícil que involucra cambios físicos y emocionales, así como el apoyo de la familia y profesionales de la salud. Aunque la transformación de mujer a hombre es más rápida debido a las hormonas, la aceptación social depende de cuán similares se vean al género
1. Jueves, 09 de septiembre del 2015
Camila Alzate Tamayo
Ser trans en Medellín
Nacieron en el cuerpo equivocado. Hay personas que se sienten inseguras con su cuerpo, por ser gordas,
flacas, altas o bajas. Este es un caso diferente, donde la inconformidad es con el género que “les tocó”.
Medellín aún se desarrolla en un ambiente machista, característico de la cultura paisa que, en ocasiones,
cohíbe a las personas de tener libertad al expresar sus gustos, como la orientación sexual. Gays, lesbianas,
travestis, transexuales y transgéneros son víctimas de esta problemática que se encuentra tan arraigada
en la población colombiana. Sin embargo, no es impedimento para ser felices y tener armonía consigo
mismos.
“Digamos que el miedo no era cambiar, sino cómo iba a ser mi vida si cambiaba y qué iba a hacer
después”, son las palabras de Isaac Cano, hombre transgénero, para explicar sus sentimientos antes de
tomar la decisión de pasar por el proceso físico que iba a unir su género con su identidad. “Uno siente
miedo de todo, porque todo cambia”.
“En 1975 dejó de considerarse enfermedad para pasar a ser una condición humana”, afirma Carolina
Londoño, médica sexóloga. Transgénero y transexual son palabras que se tienden a confundir o incluso
igualar pero, a la hora de la verdad, son diferentes. Los primeros deciden vivir el rol con o sin necesidad
de un cambio de apariencia, puesto que, viven el género que desean sin importar su aspecto físico.
Mientras que los segundos, tienen un conflicto con sus órganos sexuales así es como no solo buscan vivir
su rol, también una reasignación quirúrgica de este. Es ahí cuando por medio de un procedimiento, que
es respaldado por la EPS, cambian totalmente para verse como son en realidad.
El profesional que interviene inicialmente es el psiquiatra, pues este está autorizado a enviar al paciente
a una intervención psicológica y al endocrino. En caso de depresión el psiquiatra receta medicina para
controlarla; además de sesiones con un psicólogo, tanto para él como para su familia, que va a ayudar a
la persona a estar segura con lo que es y lo que quiere hacer. Tras haber pasado por este se remite al
endocrino, que según el cuerpo y sus condiciones le envía las hormonas necesarias para iniciar el proceso.
2. “El apoyo es fundamental, sobre todo por parte de los papás. Se suicidan más los niños por miedo al
rechazo de los padres que por el rechazo social”, añade Londoño. “Creo que lo más importante en la
aceptación es la familia, porque muchas veces cuando en la calle ven que la familia los acepta, también
aceptan”, complementa Isaac.
Hombres y mujeres trans
Hay una diferencia notable entre los hombres y las mujeres trans. Las hormonas masculinas, -
Testosterona- son más fuertes que las femeninas – Estrógenos - esto provoca que la transformación de
mujer a hombre sea rápida, mientras que, la transformación de hombre a mujer es más complicada.
Asimismo trae consecuencias sociales, porque como dice Sofía Restrepo, mujer transgénero, “el respeto
por los trans depende mucho de la apariencia física. Entre más se parezcan al género, más aceptación
hay. Es por eso que es más fácil ser un hombre trans”. También alude al machismo “Muchos hombres
no entienden por qué renunciamos a los derechos que gozaríamos al ser del género masculino”, además
añade que “para un papá es más fácil aceptar que el hijo sea gay a que sea transexual”.
La homosexualidad es un tema relacionado con la orientación sexual, es decir, el gusto. Ser trans es algo
que tiene una mayor relación con la identidad sexual y la búsqueda del ser, es decir, quién es y con lo
que se identifica. Los términos se tienden a confundir, por lo que la sociedad infiere que cuando deciden
ser del género contrario es solo un capricho de su condición como gay o lesbiana. “No todas las personas
trans son homosexuales, esta afirmación es un imaginario colectivo”, dice Londoño.
“No es difícil ser trans en Medellín, lo que pasa es que la sociedad está analfabeta. Si uno no conoce, no
respeta y ese desconocimiento es el que crea la discriminación”, concluye Carolina.