2. El lugar
El cerro Pulluquén esta ubicado al oriente de San Javier, a medio kilómetro de la
carretera 5 sur, a 200 metros de la estación. Tiene una altura aproximada de 30 metros,
y en su cumbre se celebra el 8 de diciembre el día de la virgen, fiesta religiosa de gran
impacto en la ciudad ya que recibe ese día a cerca de 30 mil personas. Que recorren un
tramo desde el camino hasta el altar actual de 220m (se propone un recorrido general
en torno al cerro de 315m) el altar tiene una superficie de1600m2
3. El primer encuentro con el cerro fue a mediados de Julio, no cabía en mi cabeza como este lugar reunía tanta
gente, no existía un orden claro en los altares, pero a pesar de todo siempre existían huellas de que ahí algo
pasaba, ver el aserrín mezclado con la cera de las velas, es algo que me intrigó desde un principio. El lugar me
parecía más interesante con lo que pasaba desde la reja hacia afuera que con lo que sucedía dentro de ella, era
un mirador excelente con la excusa de la virgen, que siempre quedaba relegado a un segundo plano, por la
dimensión que tenia el altar sobre la imagen y el contexto, los árboles me parecía atractivo sobre como actuaban
las sombras a lo largo del día.
4. La primera propuesta con la que fui a
conversar a la parroquia fue literalmente lo
primero que se me vino a la cabeza,
establecer una capilla al aire libre, generar
una gran cubierta que armase un eje de
acceso privilegiando el sentido norte-sur
que poseía el cerro. No estaba seguro de
que se trataba el tema, ni lo que se
requería, ahora creo que fue lo que se
comentó en la primera clase de la cosas
cuando eran “de y desde”, estaba pensando
desde el tablero, no desde el cerro, pero
habían elementos que se continuaron
trabajando, pero debía “sacudir el proyecto”
para que quedase lo esencial
5. La segunda propuesta fue para el
día 10 de agosto, la primera
entrega oficial del taller, ahí ya se
había avanzado respecto al que la
intervención no debían ser
elementos sobre el nivel del suelo
sino que trabajar este mismo por
medio de la sustracción de materia
para jerarquizar los elementos
existentes. Lo único que estaba
claro era que la superficie de la
carpa que colocan para el día 8 de
diciembre tiene 400m2 y la
materialidad iba a ser ladrillo. Lo
mas interesante fue definir un
compromiso técnico, esto era
resolver el proyecto con un
máximo de 5 partidas
constructivas, para poder trabajar
de una forma óptima dentro del
poco plazo.
6. Desde esta propuesta ya se distinguía un vacío central para la liturgia y separarlo del altar de la
virgen, además de bajar el nivel del suelo a -1 metro para poder suavizar la pendiente y generar
bordes que sirvieran de apoyo a los visitantes. El problema de esta propuesta radicaba en no
tener un buen orden lógico, lo cual generaba en los bordes de la cumbre zonas residuales que
no aportaban al contexto del cerro, como me dijeron el día de la presentación “tienes que
resolver el conflicto entre lo pagano y lo divino”, y recién ahí empecé a comprender la
complejidad del proyecto y por lo mismo tratar de buscar la simplicidad como elemento de
diseño, que actuase de manera austera ante lo sublime del lugar.
7. La propuesta para el día 25 de
septiembre ya se acercaba a la
forma definitiva en cuanto a
establecer un trabajo de suelos
por medio de taludes, revestidos
en ladrillos, organizando el lugar
en un vacío central estructurado
en pliegues, que arman una
suerte de anti cota, al bajarla a
-1m y armar las siguientes
situaciones por medio de los
pliegues, dos áreas de
descanso, una a -1m al costado
desde el acceso, para
aprovechar la sombra, otra en el
costado oriente para generar un
mirador y un altar de la cruz
donde la gente concentre el
encendido de velas, otro al nivel
natural donde se encuentra el
altar de la virgen y otro altar
donde se realiza la liturgia en el
costado sur, la idea es conformar
un eje norte- desde el acceso al
altar de liturgia, para hacer
aparecer los elementos a medida
que uno va ascendiendo el cerro.
14. A quien vea esto quiero decirle, que las cosas son lo
que son, ni más ni menos, y pretender llevar las cosas
a más de lo que son, lleva a un seguro fracaso. La
sencillez de desnudar la realidad es lo que le da cierta
vida a la obra de arquitectura, mostrando la belleza en
su naturalidad más brutal, sin adornos ni reparos
excesivos, ya que fue construida cuidadosamente.
Pensando en como concluyó todo este proceso de
titulación, y quiero pensar que fui consecuente con lo
que declare en un principio, citando a J. Ruskin, “la
belleza de una pieza arquitectónica transmite la
alegría de quien la construyo”, que es lo que mejor
puede servir como conclusión a este proceso no solo
de un año, sino que desde que entré a la carrera