Pedro Paulet inventó el motor-cohete (motor de las naves espaciales) a fines del siglo XIX. Lo comunicó en 1927, teniendo gran influencia en Alemania, cuna de la astronáutica. El norteamericano Goddard lanzó un cohete con un motor distinto en 1926 y recién lo comunicó en 1929. Artículo aparecido en la revista española "Astronomía" (junio de 2011).
1. POR
Álvaro Mejía
PEDRO PAULET, PIONERO
AEROESPACIAL
D
esde que en 1958 se creara la
NASA, dirigida por el alemán
Wernher von Braun, su compatriota, el científico Alfred Fritz, reivindicó en 1960 el origen germano de la
astronáutica: «Solo en Alemania hubo
un asombroso desarrollo en el campo de
la cohetería espacial» a partir del libro
Los cohetes hacia el espacio interplanetario (1923), donde Hermann Oberth
probaba en teoría que los motores de
combustible líquido harían posible los
viajes espaciales. «El mérito inobjetable de haber iniciado esto se atribuye a
Max Valier.» Lo que no decía era que
Valier consideraba como pionero de la
en años posteriores», escribió en 1947 el
norteamericano James Wyld en Journal
of the American Rocket Society.
La nave, el Avión Torpedo, contaba
con un ala delta pivotante con varios
motores-cohete en la base. Con la punta
hacia arriba, despegaría verticalmente.
Al girar el ala, se desplazaría en forma
horizontal. De nuevo en posición vertical, el descenso sería cómodo.
Paulet (1874-1945) era en 1927
Cónsul peruano en Rotterdam. Había
recibido educación francesa en su natal
Arequipa, ciudad andina del Perú. A los
20 años, viajó a estudiar ingeniería y
arquitectura a París, con el fin de volver
Uno de los pioneros de la era espacial fue el científico peruano Pedro Paulet.
era espacial al científico peruano Pedro
Paulet.
En julio de 1927, Valier y Hermann
Oberth lideraron la creación de la
Sociedad Astronáutica Alemana (Verein
für Raumschiffahrt o VfR). Buscaban
aplicar los postulados de Oberth y
construir un motor de combustible
líquido. En octubre de ese año, los
sorprendió una carta de Paulet en el
diario peruano El Comercio, donde
afirmaba que treinta años atrás había
hecho funcionar un motor de ese tipo,
descubierto un combustible y diseñado
una nave espacial.
«El dispositivo de Paulet parece
haber sido el ejemplo más temprano del
así llamado motor cohete bipropelente,
en el cual el oxidante y el combustible de hidrocarburo están en tanques
separados y se mezclan solamente en
la cámara de combustión. Su uso del
peróxido de nitrógeno como oxidante
también presagió ciertos propulsores
modernos tales como ácido nítrico, y la
disposición de su banco de prueba era
absolutamente similar a los tipos usados
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a trabajar en la modernización del país.
Allí realizó sus inventos.
Su estadía en Europa lo convenció
de que Alemania era el país de la técnica.
Sin embargo, de regreso en el Perú, las
misiones militares francesas le impidieron implantar la técnica alemana, así
como el desarrollo de su nave espacial.
No obstante, su carta de 1927 impactó en
círculos científicos internacionales y hay
indicios de que cooperó con la VfR.
El 15 de mayo de 1928 el boletín de
la VfR lo citaba. El 23 de mayo, Valier
y Fritz von Opel animaban el evento
cohetero Opel Rak II en Berlín y el 24
de mayo, Paulet asistía a la celebración
del Centenario de la Sociedad Geográfica de esa ciudad. En septiembre, Valier
reconocía en su libro Raketenfahrt como
precursor el motor inventado por Paulet,
mientras éste publicaba un plan para
alentar la llegada de científicos alemanes
al Perú.
Valier construyó el primer motor de
combustible líquido alemán, probándolo en un automóvil en 1930, poco
antes de morir en una explosión en su
laboratorio. En 1931, Johannes Winkler,
presidente de la VfR, hizo volar el primer
cohete alemán con un motor idéntico al
del peruano.
Éste habría trabado por entonces
relación con Von Braun, seguidor de
Valier incorporado a la VfR en 1929.
Los habría separado el que Paulet rechazara hacer misiles con su motor mientras
que Von Braun aceptó el encargo en
1932, año en que Paulet dejó Europa.
En 2004, en los archivos del Ejército
Rojo, se hallaron los planos del cohete
que Oberth fabricaba entre 1928 y 1929
para lanzar en el estreno del filme La
Mujer en la Luna (Fritz Lang). Según
el diario Siebenbürguische Zeitung,
llegaron ahí gracias a Alexander Scherschevsky, colaborador de Oberth y espía
soviético. Así, la influencia alemana
en el desarrollo aeroespacial ruso sería
temprana. Pero, en 1931, la revista
Science et vie informaba que Oberth y
Opel intentaron construir el cohete de
Paulet –en 1928, Scherschevsky lo había
reconocido como pionero en su libro
El Cohete para Transporte y Vuelo–.
¿Corresponden esos planos al invento
del peruano?
Paulet murió en Argentina, donde
servía como diplomático, en 1945, poco
antes de que Von Braun fuese prisionero
a EE.UU. Éste lo citó en su libro Historia Mundial de la Astronáutica (1966).
Cuando el Apollo 11 alunizó, un cráter
fue bautizado como Max Valier. Pedro
Paulet hizo mucho más.
Álvaro Mejía, miembro del Instituto de
Estudios Históricos Aeroespaciales del
Perú. mundopaulet.blogspot.com
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