LA MISIÓN DE LA IGLESIA ADVENTISTA DEL DÉPTIMO DIA.pptx
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1. EXHALACIÓN
Y bien doctor cuénteme, ¿Cómo se encuentra el paciente?
Lamento informarle que padece de una enfermedad no muy común, sus síntomas no
tienen explicación alguna, fiebre alta, alucinaciones, palidez en su piel, sus pulsaciones
aumentan de una manera irracional cuando suena el teléfono, sufre una arritmia y
cesan de nuevo cuando este no timbra más, entre sus incoherencias menciona la
terquedad y se lamenta de su altivez:
A “Veo el final en el canto del destierro, aquí en una litera, llevo dos vigilias clamando
por el término de esta amargura, mi carne no responde a las ordenes de mi juicio sino a
los designios de mi devoción, víspera de mi fin, (la consumación de la ínfima vida que
llevaré sin ti).
Así que está no es labor de un doctor, necesita otra clase de ayuda.
Bien traeré a un entendido en otras ciencias, alguien puede aliviar su padecimiento…
Doctor ¿dígame como se encuentra?
He probado todas las formulas, dos conjuros, tres ungüentos, dos baños y más de seis
rezos, pero no le traen ningún bien, me temo que su voluntad se ha agrietado
tornándose negra, nada logre, no soy el indicado.
A“¡Como describir aquellas emociones que circulan por tus venas!, que estremecen
hasta la más pequeña porción de tu cuerpo, aquellas sensaciones exclusivas de un pulso
celestial, no puedes, sólo lo pretendes”.
Bueno, ¿cómo lo ve?
Apliqué todo lo que conozco, le he leído la carta astral, no fue muy positiva, emplee dos
o tres secretos, lamentablemente sin efecto, tres emblemas, llamé a su arcano mayor, al
ascendiente de su planeta, pero parece que el firmamento se hubiese ensañado contra él,
enigmático juego de su regente.
A “Frunces el ceño y anuncios fluorescentes surcan mi mente, inerte permanezco en los
dominios del suplicio, aún no me acostumbro e interpretar tus quietudes, tímido tu
hablar.
A veces vistes de gala, tan formal, otras de idealismo, sin marginar la ternura,
Privilegio que pocos notan, algunas otras, una armadura. Debí tener cuidado, pudo ser
una palabra, un tic, un silencio, una inquieta interpretación, un miramiento, no preste
suficiente cuidado, una omisión, ¿habré prejuzgado?”.
2. Un nuevo día inmerso en tus aguas, resucitar de esta pesadilla, un vuelo más a tu
ribera, una pretensión del hombre, mi codicia.
Hábleme, doctora, ¿cómo esta?
Terribles espejismos le acompañan, su entorno es una mujer, y ella se ha ido, llevándose
su aliento, su todo. Requiere de compañía.
A. “Grato manicomio donde decidiste colocarme, descifrando jeroglíficos un octubre,
creí que lo inverosímil del mundo me era ajeno, rara vez estas seguro del curso a la
playa, un diciembre. (Puerto profundo de la magia)”.
“Una medalla al desatino, me alejas, Nadie cercano,
Imagina el cielo sin nubes, cooperación eterna,
Considera un poeta sin palabras o sin pluma, Ya vez mi miseria, un telón sin una obra.
Una procesión de circunstancias me acorralan, zombi soy”.
(Cuál mascara habrás usado)
Amigo mío;
Mientras, no hay mariposas revoloteando o cantos candorosos al oído, innegable es que
debes habituarte a su distancia, pues en tu balcón no habita, te sumerges en un letargo,
difícil es respirar, desde el crepúsculo hasta la puesta del astro recorres cada segundo,
cada minuto, cada acción. Hostigas tiempos bajo la gracia de la vida y presumes de tu
retiro. Prometo ir a tu tumba y platicarte de ella, pues has preferido el desierto.
A “Te sonrojas y secas mis pesares,
Desnuda te acaricio en sueños, noches en vilo,
Un leve roce a tu soplo e incineras mi piel,
¿Qué hay de aquel río que fluía en mi lengua?,
Bohemio fue mi espíritu hasta que llego a tus labios,
Mi única convicción tu amor”.
Ya no transitas en las costas de Cupido, no actúas de acuerdo a las pautas de la locura,
canjes de utopías arrasadas por el ahogo, ni vuela tu espíritu, no piensa tu corazón y ni
hablar de la historia, que iluso, no te dije que no te dejaras embaucar por esas mieles ya
no penetras en sus sueños, ¿dónde está?, sus alas no eran las tuyas. Postrado en una
cama, eres un adefesio, agonizas sin causa, te dejas fallecer, debo seguir el consejo de
los doctores y dejarte ir, no se justifica ampararte.
« Je ne sais pas que est que je fais très mal »
ALEXANDER