1. DIRECTORIO MINISTERIAL
Hugo Rafael Chávez Frías
Comandante Supremo de la
Revolución Bolivariana
Nicolás Maduro Moros
Presidente de la República
Bolivariana de Venezuela
Jorge Alberto Arreaza Montserrat
Vicepresidente Ejecutivo de la
República Bolivariana de Venezuela
Maryann del Carmen Hanson Flores
Ministra del Poder Popular
para la Educación
Maigualida del Valle Pinto Iriarte
Viceministra de Programas de
Desarrollo Académico
Trina Aracelis Manrique
Viceministra de Participación y
Apoyo Académico
Conrado Jesús Rovero Mora
Viceministro para la Articulación de la
Educación Bolivariana
Viceministro de Integración para la
Educación Bolivariana
Colectivo Pedagógico de la Dirección
General de Currículo
Aleida Rodríguez
Angelica Guaramato
Carlota Villanueva
Deyanira Urbaez
Domitila Sucre
Laida Rodríguez
Luis Goira
Marjorie Piña
Mireya Solano
Roxana Santaella
Belén Mendoza
Simón Rivero
Jennifer Rivero Luna
Noris Rondón
Yrene Duarte Hurtado
Directora General de Currículo
Maigualida del Valle Pinto Iriarte
Dirección de Planificación Curricular
Isabel María Carrillo
Dirección de Evaluación Curricular
Deyanira D´ Jesús Urbaéz Salazar
Corrección de Texto
Maigualida del Valle Pinto Iriarte
Coordinación de Arte y Revisión
Editorial
Norelkis Arroyo Pérez
Diagramación
Jairo Jesús Bello Irazabal
Jhonny José Quintero Páez
Norelkis Arroyo Pérez
Edición Fotográfica
Jhonny José Quintero Páez
2. ÍNDICE
CONSIDERACIONES TEÓRICO-METODOLÓGICAS ACERCA DEL PROCESO
DE APRENDIZAJE Y ENSEÑANZA
¿Qué es el aprendizaje? __________________________________________ 3
El aprendizaje y la enseñanza como proceso social _________________ 4
El aprendizaje y la enseñanza como proceso investigativo y actividad
científica permanente __________________________________________ 6
3. 3
CONSIDERACIONES TEÓRICO-METODOLÓGICAS ACERCA
DEL PROCESO DE APRENDIZAJE Y ENSEÑANZA
1.- ¿Qué es el aprendizaje?
Es un proceso universal, que se desarrolla permanentemente en las más
diversas circunstancias de la vida del sujeto social. Cualquier situación puede
producir, sin que haya sido intencional, un aprendizaje, sin embargo, no todo
aprendizaje conduce a un desarrollo integral de la persona. La escuela tiene la
función de promover, de manera intencionada, planificada y consciente dicho
desarrollo.
En cada momento histórico la sociedad exige a la escuela la formación de
ciudadanas y ciudadanos determinados, que respondan a los intereses del
sistema social imperante. Este encargo social determina el fin y los objetivos
de la escuela. El aprendizaje que se produce en la escuela es el proceso del
resultado dirigido a alcanzar estos fines. Las y los docentes tienen la tarea
esencial de promover la formación integral de la personalidad de cada uno de
sus estudiantes, en el proceso de aprendizaje y enseñanza.
3
4. 2.- El aprendizaje la enseñanza como proceso social (*)
“El aprendizaje la enseñanza son hechos, por lo general, interactivos comu-
nicativos, por ello el diálogo, el discurso las discusiones deben formar parte de
cada una de las fases actividades de trabajo pedagógico didáctico”, para lo cual
es necesario que todas/os las/os integrantes directos o indirectos en el proceso
educativo participen de manera activa, crítica, reflexiva propositiva.
Para que pueda ocurrir este tipo de trabajo educativo antes mencionado, en
los diferenrentes ambientes de aprendizaje, de los centros educativos, las y los
participantes deben estar preparados de tal manera que tenga lugar el trabajo
cooperativo colaborativo, siempre desde la perspectiva sociocrítica e investi-
gativa. Estas exigencias requerimientos básicos parten del principio, por una
parte, que el aprendizaje la enseñanza son hechos fundamentalmente sociales
, en segundo lugar, que la relación entre trabajo estudio toma en cuenta, prin-
cipalmente, problemáticas de interés social y natural.
Podríamos considerar que las prácticas educativas, y sus componentes teó-
ricos, tienen un carácter fundamentalmente social, con lo cual se estaría incor-
porando, además, un elemento político sumamente importante al que hacer
educativo en todas sus manifestaciones (...).
De esta manera, el aprendizaje no consiste en asumir conceptos o ideas
construidos en laboratorios separados o desprendidos del mundo, de las
sociedades y sus contradicciones, sino que se trata de un cambio de conceptos
e ideas. De allí que nos movamos del mundo de los conceptos cotidianos,
basados en la conciencia inicial sobre las cosas, los objetos y las ideas, a un
mundo de acercamiento científico, reconocido internacionalmente, de tales
conceptos.
Se trata de caminar por un mundo que va de las ideas básicas iniciales,
precientíficas, a un mundo de ideas compactas con mayor explicación y análisis
científico. Con la implementación de la corriente didáctica y pedagógica que
hace énfasis en los aprendizaje productos de los saberes populares unificados
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(*)Lectura tomada del artículo: Proceso de aprendizaje y enseñanza basado en la investigación (2009). Revista
Integra Educativa del Instituto Internacional de Investigación-Convenio Andrés Bello. Vol. II/N°2. La Paz, Bolivia.
p.p.49-51
5. 5
a los saberes cientificos, se da un salto cualitativo muy importante en cuanto
a considerar la educación y, particularmente, el aprendizaje como un hecho
básicamente social.
Por ello que se insiste en que las experiencias de los sujetos participantes
en el proceso educativo tengan un alto componente sociocultural, que sirvan
como punto de partida o entrada para el desarrollo del proceso de enseñanza
y aprendizaje basado en la interacción, la comunicación, el diálogo, el discurso
y la discusión(1)
.
Según las neurociencias, el cambio de conceptos en los sujetos no consiste
en la modificación de los conceptos pre-existentes de manera automática,
sino que se trata de un proceso complejo, evolutivo, paulatino y progresivo,
a veces hacia adelante y otras veces hacia atrás. Por supuesto que existen
también conflictos cognitivos, cuya consecuencia inmediata sería el cambio
revolucionario de un concepto; sin embargo, existen fuerzas sociales que
producen resistencia sociocognitiva a tales cambios bruscos y radicales. El ser
humano cambia y modifica sus creencias, ideas, percepciones y conceptos,
aunque éstos sean fijos o estén fuertemente anclados en las estructuras
(1) Ver, por ejemplo, los/as siguientes autores/as: Cohen y Piovani, 2008; Usher y Bryant, 1992; Fierro, Fortoul y
Rosas, 1999; Langford, 1998; Rizvi, 1998; Grundy, 1998; Gilroy, 1998; Kokan, 1998; Lawn, 1998; Golvy, 1998; Adel-
man, 1998; Elliott, 1998; Altrichter y Posch, 1998; Bigott, 1992; Caricote, 1999, Carr, 1996, 1998a y 1998b; Carr y
Kemmis, 1988; Golby, 1998; López, 1998 y Pérez Gómez, 1992.
6. 6
neuronales de cada sujeto. Esta transformación es producto de su misma
naturaleza física; es decir, debido a la plasticidad cerebral, pero también como
resultado de su permanente interacción con el contexto socionatural.
“En vez de existir una permanente acomodación sociocognitiva del sujeto,
lo que realmente tiene lugar es cierto cambio de conceptos, producto básica-
mente de la influencia socionatural, manifestada de tres formas, concatena-
das entre sí: cambios extremadamente lentos, casi imperceptibles, ejemplo la
creencia en los dioses, la cual se modifica, aunque se sigue creyendo en esen-
cia en su existencia; cambios evolutivos ascendentes o descendentes, según el
caso, lo cual puede llevar, inclusive, a la modificación parcial o total de los con-
ceptos previos y, por último, cambios revolucionarios, lo cual tiene que ver con
la elaboración de conceptos diametralmente opuestos a los pre-existentes (...)”.
3.- El aprendizaje y la enseñanza como proceso investigativo y actividad
científica permanente(*)
“Es ampliamente conocido que los seres humanos hacen preguntas a otros
seres humanos, pero también se hacen preguntas a ellos mismos sobre los fe-
nómenos naturales y los hechos sociales, sean éstos de carácter natural o sim-
plemente provocados por la influencia de los mismos seres humanos. Muchas
de estas interrogantes pueden tener, en pocos casos, respuestas inmediatas y
científicamente satisfactorias; sin embargo, en la mayor arte de los casos, tales
respuestas no corresponden realmente a explicaciones precisas, claras y acep-
tables, desde el punto de vista de la tradición científica convencional”. Esto ocu-
rre en cada cultura, espacio y momento histórico, por lo cual se concluye que
la ciencia, los métodos y procedimientos de investigación y los conocimientos
en general no son propiedad absoluta de unas cuantas personas y tampoco de
una determinada cultura (...).
En la búsqueda de respuestas a estas interrogantes, propias de los sujetos
que están en permanente relación con el mundos social y natural, se sigue
algunos procedimientos metodológicos ampliamente trabajados y discuti-
(*)Lectura tomada del artículo: Proceso de aprendizaje y enseñanza basado en la investigación (2009). Revista
Integra Educativa del Instituto Internacional de Investigación-Convenio Andrés Bello. Vol. II/N°2. La Paz, Bolivia.
p.p.49-51
7. 77
dos en diversos ámbitos institucionales, académicos o escolares. Entre ellos,
podemos destacar, por ejemplo, los métodos precientíficos, dogmáticos,
inductivos, deductivos o activotransformadores. A través de estos métodos
fundamentales se encuentra un conjunto de respuestas a los fenómenos, in-
terrogantes, inquietudes, causas, entre otros., que dieron origen inicialmen-
te al planteamiento de interrogantes y, por supuesto, a la búsqueda metódi-
ca de las posibles respuestas.
Esta inquietud e interés del ser humano tiene lugar en cada grupo cultural
en cualquier parte del mundo, sin importar su grado de desarrollo o avance
técnico, tecnológico y científico. Seguramente las/os niñas/os y los jóvenes
son realmente quienes tiene un mayor interés natural por las preguntas y la
búsqueda de respuestas. Esta naturalidad especial debe ser aprovechada por la
escuela desde todo punto de vista, convirtiendo los ambientes de aprendizaje y
enseñanza, en espacios permanentes de investigación, indagación y reflexión.
8. 8
De esta manera podríamos pasar por los diversos niveles de comprensión,
tales como la reproducción de conocimientos, la resolución de problemas,
la argumentación y la investigación, siendo ésta la máxima expresión de la
comprensión (...).
Se hace necesario que el acto didáctico sea una actividad permanente de
investigación y búsqueda de respuestas, por lo cual se acerca con mayor pre-
cisión y significado al dominio de contenidos y a la generación-producción de
conocimientos.
Finalmente se quiere resaltar que la actividad didáctica y la reflexión peda-
gogía son aspectos que requieren de una permanente sistematización y dis-
cusión científica. Por ello, se considera muy importante hablar de la didáctica
como ciencia del aprendizaje y la enseñanza, puesto que ambos aspectos re-
quieren de problematización, planificación, organización, desarrollo, análisis,
reflexión, discusión y evaluación, como constructos propios de la ciencia, en
este caso como parte de las ciencias de la educación y pedagógicas.
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9. 9
En la escuela, el aprendizaje se produce en muchos de los casos espontánea-
mente, pero esencialmente ocurre en situaciones planificadas del proceso de
aprendizaje y enseñanza, en función de alcanzar un fin o propósito determina-
do, para comprender el aprendizaje escolar, es necesario partir de su interde-
pendencia con el proceso de enseñanza.
Aprendizaje y enseñanza conforman una unidad dialéctica inseparable en
el ámbito escolar, que funciona como una totalidad diferente a cada una de
sus partes por separado. De este modo, el aprendizaje depende tanto de la
enseñanza, como ésta de lo que se ha aprendido y de lo que potencialmente
se puede aprender.
El aprendizaje ocurre en una acción cooperativa conjunta de estudiantes y
docentes. El aprendizaje implica la construcción individual y a la vez colectiva.
Si bien es cierto que cada estudiante aprende por sí mismo, para lograr que
este proceso y sus resultados sean adecuados, se necesita una orientación de
la o del docente. Este es el encargado de brindar aquellas ayudas necesarias
y suficientes que guíen a las y los estudiantes en su proceso de construcción
individual, o colectiva.
No obstante, para propiciar el desarrollo integral de cada estudiante es ne-
cesario ir más allá del diagnóstico del desarrollo alcanzado y de sus potencia-
lidades; se necesita indagar en su historia de vida, en las interrelaciones que
establece con las influencias de las condiciones sociales de vida y educación
en las que se desarrolla, en el momento en que aprende. Solo esta indagación
más profunda permitiría explicar por qué no aprende, o por qué lo hace tan
lentamente, o por qué aprende con tanta rapidez.
El desarrollo de cada estudiante depende del modo en que se interrelaciona
con los objetos (actividad) y con las personas que lo rodean (comunicación).
Como sujeto activo, responde de una manera personal y única a las influencias
de su entorno. Lo que cada estudiante es, lo que potencialmente puede llegar a
ser depende de su historia de vida y de sus interrelaciones con lo que le rodea.
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El diagnóstico debe abarcar, las condiciones internas de la y del estudiante,
también sus vínculos con las condiciones externas en las que se desarrolla. La
atención a las y los estudiantes ha de ser, por lo tanto, diferenciada, en corres-
pondencia con la diversidad que caracteriza al grupo escolar.
La y el estudiante es responsable de sus procesos de aprendizaje y desarrollo,
lo que significa que participa en las decisiones relativas a estos procesos. Para
ello, es necesario ayudarle a conocerse a sí mismo, a autovalorarse, decidirse
que quiere llegar a ser y qué necesita aprender. Se trata de pontenciarlo para la
toma de decisiones con respecto a las acciones que conducen a su aprendizaje
y desarrollo.
Cuando la y el estudiante participa en las decisiones, se involucra, se com-
promete, responde por el proceso y por el resultado de sus acciones. Por tanto,
qué se va a aprender, cómo, con qué objetivo, en qué forma se hará y cómo se
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11. 11
evaluará lo determina no solo el educador, sino las y los estudiantes, en un pro-
ceso de intercambio que culmina con una proyección conjunta de las acciones
a realizar para lograr los fines educativos de la escuela, la satisfacción de las
necesidades individuales y colectivas del estudiantado, de las y los educadores,
mediante una conciliación e integración de lo social con lo individual.
Este grado de responsabilidad le permite a la y el estudiante actuar con li-
bertad de expresión y le concede el derecho a proponer cambios a lo proyec-
tado previamente, si las circunstancias así lo exigieran; a la vez, le confiere el
deber de aceptar su responsabilidad.
Las decisiones con respecto al aprendizaje han de considerar el contexto
sociohistórico en el cual la persona está inmerso, el que marca pautas, referen-
cias y límites a las propias decisiones del sujeto social. Es imprescindible que
la y el estudiante tome en cuenta las exigencias que la sociedad le plantea al
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12. 12
nivel y año que estudia, concretadas en el currículo; para poder decidir qué va
a aprender, para qué, cómo y qué va a desarrollar de sí mismo en su proceso de
formación permanente y del mismo proceso de transformación de la realidad.
La y el estudiante la y el educador son responsables y corresponsables del
proceso de enseñanza y aprendizaje. Cada uno, desde su rol, tienen compro-
miso en el proceso, donde ambos aprenden. La o el educador no impone sus
criterios y decisiones, sino que guía, orienta a la y a el estudiante en la toma de
decisiones acerca de su propio aprendizaje y formación integral.
Es por ello que, sin manipularlo, ha de interactuar con él o ella, marcando
los límites en los cuales es posible decidir libremente y dándole la posibilidad
de hacerlo.
• El proceso de aprendizaje y enseñanza exige el carácter transformador
de la o el estudiante, lo que significa que ella o él actúa sobre la realidad, para
estudiarla y transformarla.
• La transformación de la información implica las reflexiones profundas
y esenciales sobre ella, el cuestionamiento e inconformidad ante el contenido
del aprendizaje, la actitud crítico-valorativa durante el procesamiento de la in-
formación, la elaboración de criterios y conclusiones propias, la reelaboración
e incorporación de nuevas ideas y la producción de nueva información.
• La transformación de los objetos incluye el estudio, comprensión de
los objetos de la realidad, su análisis crítico, la elaboración de proyectos para su
transformación y la aplicación comprometida de estos proyectos en la práctica.
Estos implican cambios que perfeccionen los objetos, o cambios más profun-
dos que los modifiquen y conviertan en algo diferente, o pueden conducir a la
creación de nuevos objetos.
• La transformación de las otras personas se manifiesta en el análisis de
las interrelaciones con los demás, en la reflexión en los problemas y conflictos
interpersonales en los que la y el estudiante puede estar inmerso, en la bús-
queda de estrategias que permitan la solución a los mismos y en la puesta en
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práctica de estas, en función de propiciar en las otras personas y contribuir a su
transformación y al mejoramiento de sus interrelaciones.
• La transformación de sí mismo o sí misma se manifiesta en la reflexión,
sobre sus potencialidades y limitaciones en el proceso de aprendizaje y en-
señanza, así como en el planteamiento de metas de individuales y colectivas
auto-desarrollo y en la realización de esfuerzos sistemáticos para lograrlas.
En todas estas transformaciones se descubren tres momentos:
• Reflexión, cuestionamiento, valoración crítica, generación de
ideas propias.
• Elaboración de proyectos.
• Aplicación comprometida de los proyectos elaborados.
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El lograr un aprendizaje transformador tiene sus especificidades en cada
edad y nivel de educación. En cada caso, las transformaciones de la realidad es-
tán marcadas por los límites de las posibilidades del desarrollo psicológico po-
tencial y alcanzado, por el nivel de conocimientos y habilidades que se posee
y por las exigencias del grado, año o nivel de educación en que se encuentran.
En este sentido, por ejemplo, la transformación de la realidad en un niño y
una niña de educación inicial, puede ser la construcción con cubos de un objeto
distinto a los modelos presentados por la o el educador; mientras que la trans-
formación en una o un adolescente podría ser la elaboración de un proyecto
sencillo de investigación de un aspecto de la naturaleza, o una propuesta para
contribuir a la solución un problema de la comunidad, o la realización de un
experimento elaborado por ella misma o él mismo, o simplemente dar un final
diferente a una historia, o elaborar otra distinta a la aprendida.
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Los proyectos se relacionan con los contenidos de las diferentes áreas de
aprendizaje y permiten procesar dichos contenidos, aplicarlos, reelaborarlos y
recrearlos en procesos de transformación social, individual a una misma vez.
En el proceso de transformación del entorno, la y el estudiante se va poten-
ciando a sí mismo o a sí misma. Al reflexionar y al elaborar de modo personal la
experiencia históricosocial de la que se apropia y transforma en la información
o los objetos de la realidad, desarrolla sus procesos intelectuales y afectivos.
Un aprendizaje consciente implica el conocimiento del objeto y fin de la
tarea, de las condiciones en que este transcurrirá, de los métodos, procedi-
mientos y medios que se utilizarán, del contenido que abarcará, de los pará-
metros o indicadores con que se evaluará, de las formas en que se organizará
el proceso de enseñanza, aprendizaje y el tiempo que se dispondrá.
Implica además, que la y el estudiante conosca sus potencialidades y sus
limitaciones para resolver la tarea, es decir, identificar con qué conocimientos
y estrategias cuenta para enfrentarla, qué reacción emocional le genera (si le
motiva y agrada o le disgusta y rechaza), qué características y recursos indivi-
duales y colectivo le ayudarán o le entorpecerán en su realización (timidez, len-
titud, rigidez, tenacidad, perseverancia, responsabilidad, corresponsabilidad,
intimidación, entre otras).
Esto permite tener claridad acerca del resultado al que se espera llegar, de
las exigencias de la tarea, de los recursos y características con que se cuenta
para lograrlo, lo que permitirá a su vez ir controlando la planificación, ejecución
y los resultados que se van obteniendo, para hacer las correcciones necesa-
rias cuando se desvíe de lo previsto inicialmente, o cuando se hace necesario
modificar lo planificado en función de las circunstancias concretas en que se
produce el proceso.
Material elaborado y sistematizado por la Dirección General de Currículo.
Junio de 2012.
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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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Bigott, L. A. (1992). Investigación alternativa y educación popular en América Latina. Caracas:
Fondo Editorial Tropykos.
Caricote, N. (1999). Investigación – Acción en la enseñanza de la epidemiología. Caracas: Edi-
torial de la Universidad Central de Venezuela.
Carr, W. (1998a). “¿Qué se entiende por calidad de la enseñanza?”. En: Wilfred, Carr, Calidad de
la enseñanza e investigación acción. Sevilla: Díada Editora. pp. 5-24.
Carr, W. (compilador) (1998b). Calidad de la enseñanza e investigación acción. Sevilla: Díada
Editora.
Carr, W. (1996). Una teoría para la educación. Hacia una investigación educativa crítica.
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Golby, M. (1998). “Los docentes y su investigación”. En: Wilfred, Carr, Calidad de la enseñanza
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López, P. (1998). Un método para la investigación-acción participativa. Madrid: Popular.
Pérez Gómez, A. (1992).“Comprender la enseñanza en la escuela. Modelos metodológicos de
investigación educativa”. En: Gimeno Sacristán, J. y Pérez Gómez, Á. Comprender y transformar la
enseñanza. Madrid: Morata, pp. 115-136.
Usher, R. y Bryant, I. (1992). La educación de adultos como teoría, práctica e investigación. El
triángulo cautivo. Madrid: Morata.