La OMS define a una persona con talento excepcional como aquella con un coeficiente intelectual superior a 130. Un talento excepcional implica habilidades demostradas o potenciales en áreas como la intelectual, creativa, académica o de liderazgo. Las instituciones deben utilizar estrategias como la flexibilidad curricular, agrupamiento y personalización de la enseñanza para atender a estas personas, como la aceleración, tutorías y enseñanza en casa.