1. A cincuenta metros de la playa, una chica, a punto de ahogarse, grita desesperada
pidiendo ayuda. Una multitud de bañistas se acerca a la orilla a observar a la pobre
mujer.
En eso, un anciano que en su juventud practicó deportes se lanza al mar y con unas
cuantas brazadas llega a rescatar a la chica; la toma con un brazo y con el otro nada de
regreso.
Al llegar a la playa, el octogenario, cansado, se desploma junto a la mujer.
La muchacha se recupera de inmediato y se levanta mostrando un escultural cuerpo
cubierto sólo por un minúsculo biquini de hilo dental.
Se acerca al anciano y coquetona le agradece:
-quot;¡Buen hombre, no tengo con qué pagarle lo que hizo por mí!quot;
Recorriéndola con la mirada de arriba abajo, el viejo alcanza a decir:
- quot;¡Sí tienes, y mucho, el que no tiene con qué cobrar soy yo!quot;
----------------------------------------------------