1. BENEMÉRITA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA
DE PUEBLA
FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y
HUMANIDADES
LIC. CRIMINOLOGÍA
ALUMNA: ALLISON GABRIELA BRITEÑO
RANGEL
MATERIA: DHTICS
TEMA: CODEPENDENCIA EMOCIONAL
2. El amor entendido desde el enamoramiento es un sentimiento que nos permite
unidos al otro de una manera especial, estar enamorados es sentir que somos
parte de la vida de alguien y que somos significativos y estamos llenos de
aceptación y alegría en la vida.
Contar con una relación de pareja, pareja, en la que ambos integrantes de la
pareja cuenten con sus propia personalidad, y además enriquezca la vida del otro,
es una sensación de liberación interior y de estar a tono con la vida. La vida en
pareja es una decisión, es una elección que se toma en el día a día, es una opción
de vida que cuando la confundimos con la posesión, con la dependencia y con
el sufrimiento, es una fuente de dolor que no para de sangrar el alma y las
entrañas.
Entender el amor como posesión amar es un estilo de vida afectiva infantil, en el
que creemos y pensamos, que mi pareja es mía, que no puede tener
pensamientos, sentimientos, intereses ni opiniones propias. Por el contrario, sus
anhelos tienen que coincidir con los míos, sus tiempos también y sus quereres
tienen que ser solo para la pareja
INTRODUCCIÓN
Desde otro punto de vista tal vez uno filosófico todo ser es único e irrepetible cada
persona es individual en su carácter relacional. La verdadera felicidad en la vida
consiste en consiste en encontrar el equilibrio que reside primordialmente del estar
bien con uno mismo.
En esencia todo ser humano debería apostar por su propia autonomía e
independencia desde un punto de vista emocional para vivir.
Sin embargo, existen situaciones donde se produce lo contrario es decir; existen
personas con un alto grado de dependencia emocional o existen madres que
tienen tal apego a sus hijos que se asustan ante la idea de que los niños crezcan
esto puede derivar en adicciones y toda adicción limita tu vida, de cualquier
manera esta termina en una asfixia emocional donde falta libertad interior.
Pero realmente como saber distinguir la codependencia emocional y sus síntomas
en este ensayo nos vamos a encargar de explicar de dónde deriva este tipo de
trastorno sus causas y probablemente lo que llega a producirlo.
3. La codependencia emocional como su nombre lo indica no es más que la
necesidad afectiva de un individuo a otro, pero de una forma insana y más bien
destructiva.
Los dependientes emocionales tienen una necesidad excesiva de afecto y de ser
queridos y tratarán de conseguir este afecto a lo largo de sus diferentes relaciones
de pareja. Muestran una clara resistencia a perder la fuente de seguridad y afecto
que constituye su pareja. Son frecuentes las distorsiones cognitivas como el
autoengaño y la negación de información que le proporciona su entorno. Poco a
poco estas relaciones tan destructivas se van fortaleciendo, de modo que al sujeto
le resulta cada vez más difícil salir de ellas.
Siguiendo la línea de la teoría del apego, el vínculo afectivo que el dependiente
reproduce en sus relaciones de pareja es el de tipo ansioso-ambivalente,
caracterizado por una marcada inseguridad y ansiedad ante la separación. En las
relaciones se evidencia en lo siguiente: continua necesidad de saber que es
amado por su pareja, búsqueda incesante del candidato a pareja y selección
precipitada del mismo, miedo a no ser querido, miedo a la pérdida de su pareja e
ideas contradictorias sobre el amor.
Síntomas:
Necesitan estar sobreprotegidos y con una ayuda constante de los demás para
tomar decisiones y asumir sus responsabilidades. Carecen de iniciativa y son
dóciles. La diferencia fundamental radica en lo siguiente:
En el trastorno por dependencia emocional: se tiene una personalidad
dependiente, y falta de funcionalidad de manera independiente.
En la dependencia emocional: se depende de la pareja para cubrir
carencias afectivas.
Hay varios síntomas de dependencia afectiva que vale la pena compartir con
todos ustedes. Quien la experimenta, pierde interés en sí mismo, y la autoestima
disminuye. Descuida su aspecto personal y el apetito aumenta o disminuye
dramáticamente. A nivel laboral o académico, presenta bajo rendimiento;
físicamente presenta náuseas y, casi de manera maniática, surge la supuesta
necesidad de saber qué está haciendo la pareja. También aumentan los niveles de
sueño. Tales personas, al considerar que no reciben adecuada atención,
amenazan con hacerse daño y en casos extremos, intentan el suicidio.
Paralelamente piensan que nadie les quiere, pero en verdad el problema estriba
en la falta de valor y cariño hacia sí mismo.
Ya he expuesto que los dependientes tienen un miedo cerval a lo que acontece
tras una ruptura, que es el “síndrome de abstinencia”, llamado así por analogía a
las adicciones a las drogas. Este bien llamado síndrome supone realmente el
padecimiento de un trastorno mental que variará según la persona y según la
intensidad, pero que de manera habitual es un trastorno depresivo mayor con
ideas obsesivas, o, dicho en otras palabras, una depresión muy fuerte con
4. pensamientos repetidos y angustiosos en torno a un tema que, en este caso y
como no podía ser de otra forma, es la relación perdida y todo lo que ello conlleva:
recuerdos, planes para reanudar la pareja, remordimientos por supuestos errores
cometidos, etc.
CONSECUENCIAS:
El golpe psicológico es tan brutal que no sólo hay una inmensa tristeza, sino que
además habitualmente se sufren síntomas de ansiedad intensos que impiden la
concentración y que se traducen en molestias físicas o sensaciones muy
desagradables, y también en pensamientos sobre el poco sentido que tiene la vida
que pueden derivar en ideas suicidas. En este sentido, recuerdo perfectamente a
una persona que nada más entrar por primera vez en mi consulta me dijo que ya
tenía fecha para morirse. Esto llama la atención porque se suelen asociar las
ideas suicidas con otros problemas, pero en la dependencia emocional y muy
especialmente dentro del síndrome de abstinencia se dan, aunque hay que decir
que lo más usual es que sólo se dé, que no es poco, una pérdida muy sustancial
de apego por la vida.
En el síndrome de abstinencia lo que domina es el deseo de retomar la relación,
las ideas continuas de, con cualquier excusa, contactar con la otra persona para
no tener la sensación de pérdida o de desaparición definitiva. A veces, estas
excusas se las da el individuo a sí mismo en forma de autoengaño, por el que uno
se auto convence de que no pasa nada por llamar a la ex pareja ya que se puede
tener una simple amistad, o de que sólo se está contactando con el otro para
“cantarle las cuarenta”.
Todo el padecimiento descomunal de este síndrome desaparece de un plumazo
con una simple llamada de la otra persona. Donde había lágrimas, ansiedad y
auténtica desesperación, se pasa a la tranquilidad y a la sonrisa.
Por obra general, los dependientes emocionales son personas que no se quieren
a sí mismas. ¿Qué significa quererse a sí mismo? Porque esto realmente es algo
muy abstracto, por más que tenga manifestaciones concretas y de lo más
palpables. Quererse a uno mismo no significa necesariamente que tenga que
considerarse con virtudes o cualidades; por ejemplo, considerarse guapo, buen
profesional, inteligente, etc. Existen dependientes emocionales y otras personas
que saben racionalmente que presentan algunas de estas cualidades, y sin
embargo no se quieren de una forma adecuada. Lo que acabamos de describir es
el auto concepto, es decir, la idea racional que todos tenemos sobre nosotros
mismos. Digamos que sería un listado de cualidades, carencias, virtudes y
defectos que todos tenemos sobre nosotros.
No obstante, la autoestima es algo diferente al auto concepto, aunque en muchas
ocasiones van por caminos similares. De igual forma que podemos considerar a
5. alguien guapo o inteligente pero al mismo tiempo detestarle; podemos pensar
sobre otra persona que no es muy atractiva pero que estamos con ella a muerte.
Los sentimientos no tienen por qué ir necesariamente por el mismo camino que
nuestra idea racional.
Querernos a nosotros mismos es exactamente lo mismo que querer a uno de
nuestros seres queridos, pero siendo uno mismo el destinatario de esos
sentimientos. Podemos protegernos cuando nos atacan, consolarnos si estamos
sufriendo, ayudarnos cuando tenemos problemas haciendo lo posible por
resolverlos, valorarnos cuando hacemos las cosas bien, alegrarnos si nos ocurren
cosas positivas, y sobre todo no poner condiciones para querernos. Demos ahora
la vuelta a la situación y pongámonos en cómo se trata una persona sin
autoestima, sea como sea su auto concepto: no se protege cuando recibe ataques
e incluso se los inflige ella misma, no se consuela si está sufriendo sino que
aprovecha su vulnerabilidad para atacarse más duramente, se hunde ante las
adversidades sin intentar resolver sus problemas, no se valora cuando hace las
cosas bien sino que se busca el error o el defecto, y se pone condiciones para
quererse como despuntar en el físico, tener muchos estudios, posición social, etc.,
ya que cualquier pretexto es bueno con tal de escatimarse el cariño.
Miedo a la soledad
Verdaderamente, no es de extrañar que si alguien tiene esos sentimientos hacia sí
mismo no soporte estar solo, porque es como estar continuamente junto a alguien
al que detestamos. Por ejemplo, los dependientes no aguantan mucho tiempo
estar solos en casa o con la perspectiva de no salir en todo el domingo: enseguida
se buscan planes o llaman por teléfono a alguien con cualquier excusa. La
soledad les provoca incomodidad, malestar e incluso ansiedad, y la idea más o
menos intensa de que no son importantes para nadie, de que nadie les quiere y
están abandonados.
Aparte del temor a esta soledad en un sentido extenso, también temen a la
soledad entendida como “estar sin pareja”. No cabe duda de que aquí es un temor
cercano al terror: les da auténtico pavor no tener a alguien ahí sea como pareja o
como sucedáneo (una aventura, un flirteo continuado…) La consecuencia, como
ya he dicho, es el encadenamiento sucesivo de relaciones para evitar esas
sensaciones tan desagradables.
Las personas dependientes no viven de verdad su propia vida porque se centran
de una forma desmedida en los demás. Por tanto, conviene tomar conciencia de
que el tiempo pasa y no vuelve. Utiliza la inteligencia emocional. Vive tu vida,
incluye a los demás en tu mundo, comparte, déjate conocer, ama en libertad,
crece como persona, evoluciona… Pero no quierasfusionarte hasta el extremocon
la personalidad de otra persona por mucho que le admires, porque además de ser
imposible, este camino solo causa dolor e infelicidad: tú eres el centro y motor de
tu vida.
6. Es importante hacer una breve matización: no debemos patologizar toda
dependencia, atribuyéndola connotaciones negativas, ya que se trata de un
componente normal, saludable e incluso necesario en la vida de pareja.
Algunos autores, para distinguir entre dependencia saludable y dependencia
emocional, hacen alusión a una cuestión de grado, en este caso por exceso. Pero
al tratarse de una cuestión intangible los límites son de difícil acotación.
Por último no hay que olvidar que la dependencia emocional constituye un
problema, que impide a la persona abandonar una relación dañina y seguir con su
vida. Lo que subyace a su "te quiero" es en realidad un "te necesito". La persona
pierde el control de la situación, y cual adicto con su droga, piensa que si se lo
propone puede dejar a su pareja. Pero a la hora de la verdad, permanecen
pasivos e impotentes, resultándoles casi imposible. Todo esto tiene que pasar por
un proceso de duelo en el que la persona tiene que reconocer que es dependiente
emocional de su pareja y acudir a un profesional para tratar esta dependencia ya
que obviamente no es bueno. Este es un problema psicológico ya que buscan en
la pareja algo que les falta en su vida, algo que tal vez no encuentran en ellos
mismos, pero no lo encuentran no porque no lo tengan sino que no se conocen a
ellos mismos realmente. En la práctica clínica se pone de manifiesto que esta
problemática es más prevaleciente entre el sexo femenino
“Toda persona es individual, por tanto, es importante desarrollar la
autonomía emocional y afectiva”
7. REFERENCIAS:
http://mx.casadellibro.com/libro-dependencia-emocional-caracteristicas-y-tratamiento/
9788420647258/1008665
http://lamenteesmaravillosa.com/4-pasos-para-eliminar-la-dependencia-emocional
Bibliografía citada:
Castelló Blasco, J. ANÁLISIS DEL CONCEPTO "DEPENDENCIA EMOCIONAL". I
Congreso Virtual de Psiquiatría 1 de Febrero - 15 de Marzo 2000; Conferencia 6-CI-A: [52
pantallas]. Disponible
en: http://www.psiquiatria.com/congreso/mesas/mesa6/conferencias/6_ci_a.htm
Castelló Blasco, J. TRATAMIENTO DE LA DEPENDENCIA EMOCIONAL EN LA MUJER.
II Symposium Nacional sobre Adicción en la Mujer.
Castelló Blasco, J. DEPENDENCIA EMOCIONAL: CARACTERÍSTICAS Y
TRATAMIENTO. En prensa.
Hirigoyen, Marie-France. EL ACOSO MORAL. Maltrato psicológico en la vida
cotidiana. Ed, Paidós, 2000.