1. “EL FIN DEL PECADO”
18 de abril de 2012
El objetivo principal de este curso es: Demostrar que el creyente, al morir ha
sido justificado, absuelto de la culpa del pecado.
Hay una pregunta para reflexionar, para que la mantengamos en mente,
mientras vamos desarrollando el tema:
¿Se podrá tomar acción legal contra un muerto y ser condenado?
Vamos a mantener esa pregunta en el trascurso de este curso.
“Romanos capítulo 6 verso 6, dice:
“Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con
él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos
más al pecado.”
Ahora, ¿por qué Pablo dice, “para que el cuerpo de pecado sea destruido”?
Porque tú lo ves aquí (toca su mano). Pero, aunque tú no lo veas y aunque no
lo creas, nosotros hemos muerto con él.
Te estoy presentando una evidencia escrita en el evangelio de la Gracia. Si tú
no lo crees, ese es tu problema; pero, si tú lo crees, mira lo que le pasa a uno
que está muerto con Cristo:
Romanos 6:7. Dice,
“Porque el que ha muerto, ha sido justificado del pecado.”
El sistema religioso piensa que hay pecado porque ellos ven el cuerpo de
pecado y no lo ven destruido, porque no tienen revelación, no están
alumbrados y la persona que no está alumbrada puede leer el mismo verso que
tú lees, pero tú estás alumbrado y entonces, estas personas no entienden que
ellos andan con un caballo encima, con un tiburón, como yo les digo, -el cuerpo
del pecado-.
Tenemos varios términos de vocabulario, también para analizar:
1. Justificación: Denota el acto de pronunciar justo, absolución.
2. Muerte: Para el derecho legal puede definirse como el cambio de estado
por el cual la persona en quien acontecía era considerada como inexistente
el ejercicio y la ordenación de derechos.
2. 3. Pecado: Transgresión de la ley, desobediencia, errar al blanco.
4. Quitar: Remover, echar.
Hay cuatro puntos principales, los cuales Jesucristo Hombre nos ha dado para
que desarrollemos este tema.
En el encasillado número 1, vamos a estar discutiendo una promesa.
I. PROMESA: “QUITARÉ EL PECADO”
Vamos a verlo desde el punto de vista bíblico, profético esta promesa, que Dios
hizo con el creyente.
Vamos a ir a la profecía, al libro de Zacarías capítulo 3 el verso 9
“…y quitaré el pecado de la tierra en un día”
O sea, cuando nosotros analizamos el término quitar, nota que la definición de
quitar significa remover, echar. Pero, cuando utilizamos ese término, la
pregunta es remover de dónde, echar de dónde.
Oye, esa es la promesa, que en un día, Dios iba a quitar, remover el
pecado de la tierra.
Vamos ahora al libro histórico de Juan capítulo 1 verso 29.
“El siguiente día ve Juan á Jesús que venía á él, y dice: He aquí el cordero de
Dios, que quita…”
Entendamos por «quitar», que remueve, que echa. Volvemos a preguntarnos,
¿de dónde?
“… que quita el pecado del mundo.”
He aquí Juan, cuando vio a Jesús en esta ocasión, al verlo dijo: “He aquí el
cordero de Dios que quita el pecado del mundo”; echa, remueve el pecado del
mundo.
Esa es la promesa de que el pecado iba a ser qué, quitado, sacado, iba a ser
echado. ¿De dónde? Las dos expresiones bíblicas nos enfatizaron: “quitaré el
pecado de la tierra”, “el cordero que quita el pecado del mundo”.
Vamos al encasillado dos, vamos a ver el cumplimiento de esa promesa.
II. CUMPLIMIENTO DE LA PROMESA QUITAR EL PECADO
En el evangelio Hebreos capítulo 9 el verso 26.
3. “Pero ahora, en la consumación de los siglos, se presentó una vez
para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en
medio el pecado.”
Notemos que el sacrificio, la muerte de Jesús es lo que le da cumplimiento a la
promesa de quitar el pecado del mundo. Ese fue el propósito de su sacrificio y
es lo que la religión no ha entendido por 2000 años.
¿Qué más sucedió en la cruz?
Carta del apóstol Pablo a los Colosenses 2:11.
“En él también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano,
al echar, al quitar, al remover, de vosotros el cuerpo
pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo.”
La circuncisión de Cristo es un aspecto simbólico con relación a la iglesia, por
causa de que Cristo todo lo que él hizo lo hizo por la iglesia, cuando él murió,
murió por la iglesia.
Entonces, dice esta expresión que debemos de analizarla, -“En él también
fuimos circuncidados al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal en la
circuncisión de Cristo.” Esa circuncisión física en Cristo, en su cuerpo, era un
aspecto simbólico de lo que ocurrió en el aspecto espiritual de la iglesia. El
cuerpo pecaminoso carnal fue quitado, removido, echado fuera en esa
circuncisión.
Vamos a analizar esto en un aspecto más interesante para poderlo comprender
mejor. Vamos aquí un segundito, a Primera carta del Apóstol Pablo a los
Corintios capítulo 15 verso 17.
Dice:
“Y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros
pecados.”
Todo el fundamento del sistema religioso está basado en que Jesucristo
resucitó. Ahora, nota la expresión bíblica: “Si Cristo no resucitó, vuestra fe es
vana; aún estáis en vuestros pecados.”
Estudiante, piensa, como Jesucristo Hombre nos ha enseñado. La expresión
es: Y, si Cristo no resucitó. “Si él no resucitó vuestra fe es vana, aún estáis en
vuestros pecados.” Pero, él resucitó. Tu fe no es vana. ¿Y, qué implica eso? No
estás en pecado, porque la razón de él haber muerto en la cruz del Calvario fue
que en esa circuncisión echó fuera el pecado, lo quitó, lo removió de la tierra, le
dio cumplimiento a la expresión profética de Zacarías y a aquella expresión del
profeta Juan cuando lo vio: “He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del
mundo”. Eso lo hizo en la cruz del Calvario, cuando se presento una sola vez y
para siempre, por el sacrificio de sí mismo, para quitar, para remover, para
echar fuera el pecado.
4. Estudiante, analiza, piensa.
Vamos al tercer encasillado.
III. EL FIN DEL IMPERIO DEL PECADO
Carta apóstol Pablo a los Romanos capítulo 10 el versículos del 1 al 4.
“Hermanos, ciertamente el anhelo de mi corazón, y mi oración a Dios por Israel,
es para salvación. Porque yo les doy testimonio de que tienen celo de Dios,
pero no conforme a ciencia.
Porque ignorando la justicia de Dios, y procurando establecer la suya propia,
no se han sujetado a la justicia de Dios; porque el fin de la ley es Cristo, para
justicia a todo aquel que cree”
Ahora, nota, como Jesucristo Hombre nos ha enseñado: en la cruz del
Calvario, Cristo le puso fin a la ley, en otras palabras, ya no hay ley. Si no hay
ley, ¿qué sucede con el pecado? No hay pecado, porque pecado significa
transgresión de la ley.
Estudiante, ejercicio con los sentidos.
De hecho, miren esta otra expresión, aun más poderosa. Romanos capítulo 7
verso 8.
“…porque sin la ley el pecado está muerto.”
Sin la ley el pecado es inexistente, sin la ley el pecado está muerto.
Pero, mira lo que le pasó a los Judíos, ignoraron la justicia de Dios. Lo mismo
que le ha pasado a la religión por 2000 años. No se han sujetado a la justicia
de Dios, no han creído que el sacrificio de Cristo fue para quitar de en medio el
pecado.
Cristo al morir en la cruz del Calvario, dice que le puso fin a la ley, al ponerle fin
a la ley, ahora nota la otra expresión que dice el apóstol Pablo, sin la ley el
pecado está muerto.
Acompáñenme en esta ilustración. ¿Podrá un muerto hacer daño? No. ¿Por
qué? Porque está muerto. Note que el pecado tuvo su existencia desde la
transgresión de Adan hasta el año 33 después de Cristo. O sea, hace 1980
años que el pecado fue quitado, el cumplimiento de la profesia de Zacarias 3:9,
“y quitaré el pecado de la tierra en un día”. El cumplimiento de la expresión de
Juan el Bautista, “He aquí el cordero de Dios, que quita el pecado del mudo”.
Como vieron, bendecidos estudiantes, el pecado tuvo una desde Adán hasta la
muerte de Jesús de Nazaret. Y todo el sistema religioso hace llamamientos al
arrepentimiento de pecado. Cuando ya eso no es un periódico de ayer, es un
periódico de 1,980 años de viejo. La tumba está allí, la tumba del pecado está
allí, lleva 1980 años de vieja.
5. Vamos al cuarto punto, al cuarto encasillado.
IV. MUERTOS AL PECADO
Carta del apóstol Pablo a los Romanos capitulo 6 el verso 11.
“Así también vosotros consideraos muertos al pecado.”
Ahora está hablando del creyente. Esto es lo que Jesucristo Hombre nos ha
enseñado, la primera revelación que él recibió. Consideraos muertos al pecado.
¿Por qué? Porque el pecado está muerto. Pero, también es una posición. No
solamente en la cruz del Calvario, él mató al pecado, sino que también mató
una condición.
Vamos a ver esta expresión en Romanos capítulo 6 verso 6. Y esto hay que
saberlo. Estudiantes, esto hay que saberlo.
“Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado…”
Y si es crucificado fue qué, muerto. Nuestro viejo hombre fue qué, fue matado.
Si fue crucificado, fue matado.
“Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él,
para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos
mas al pecado. Porque el que ha muerto…”
¿Quién ha muerto? Los que murieron juntamente con él. ¿Quienes murieron
juntamente con él? La iglesia, el creyente. La iglesia fue muerta, fue crucificada
juntamente con Cristo en la cruz del Calvario. Por lo tanto,
“…el que ha muerto, ha sido justificado del pecado.”
¿Qué significa justificación? Ha sido absuelto del pecado. Ha sido justificado
del pecado, en otras palabras, el creyente también en la cruz del Calvario fue
declarado muerto al pecado. Esa es la justicia de Dios que ignoraron los Judios
y que está ignorando la religión hoy día.
¿Están pensando?
Mira la expresión bíblica nuevamente.
“Porque el que ha muerto ha sido justificado del pecado.”
Oye, desde el año 33 después de Cristo, hasta hoy en día, el creyente está
muerto al pecado, y si ha muerto ha sido justificado. En la cruz del Calvario le
puso fin al pecado. El pecado no existe. ¿Por qué? Porque lo mataron, y no
solamente eso, sino que también echaron fuera el cuerpo pecaminoso carnal
en el creyente.
6. ¿Y qué debemos hacer ahora?
Bueno aparte de considerarte muerto al pecado, no debes conocer a nadie
según la carne. Veamos la evidencia bíblica para que no quedes sin fruto.
Segunda carta a los Corintios capitulo 5 verso 16.
“De manera que nosotros de aquí en adelante a nadie conocemos según
la carne; y aun si a Cristo conocimos según la carne, ya no lo conocemos así.”
Por lo tanto, aplica esa gloria que Jesucristo Hombre nos ha enseñado, que
puso como fundamento Pablo en Hebreos 10:14, “con una sola ofrenda nos
hizo perfectos para siempre. Y, ahora Dios nos ve en nuestra verdadera
identidad, Jesucristo Hombre nos ve en nuestra verdadera identidad como
somos, un Espíritu justo hecho perfecto.
Nadie te puede condenar como pecador, porque ya usted está muerto al
pecado, su cuerpo pecaminoso carnal fue crucificado con Cristo y echado
fuera.
Bendecidos con toda bendición. Hasta la próxima.