2. Afinidades
Entre la economía social
de mercado y la Doctrina
Social de la Iglesia existe
gran afinidad, y por
ende, este modelo no
sólo constituye un
sistema aceptable para
los cristianos, sino
también una auténtica
"opción por los pobres".
3. 1.- LA CONCEPCION DEL HOMBRE
En una economía social de
mercado el hombre es,
para decirlo con una
formula ya conocida,
"autor, centro y fin de toda
la vida económica". Uno de
sus rasgos esenciales es su
sólida base antropológica.
Ella se sustenta en una
visión del hombre en
cuanto persona, es decir la
dignidad humana es el
criterio fundamental por
el cual se miden las
relaciones económicas.
"la medida de la economía
es el hombre. La medida
del hombre es su relación
con Dios“
Müller-Armack
4. 2.- LA LIBERTAD
La economía social de mercado es una economía de
la libertad, porque ofrece la posibilidad a los
individuos de emprender sus propias actividades y
empresas.
"Los principios fundamentales de la DS de la Iglesia
y sus premisas antropológicas prejuzgan un orden
económico libre".
A la vez que se garantiza la libertad, se la limita. El
hombre a través de su libertad debe utilizar sus
capacidades en la prosecución de sus fines, pero esto
no puede ser a costa de los demás. Su libertad se
acaba entonces allí donde comienza la del otro.
5. 3.- LA JUSTICIA SOCIAL
El Estado tiene un importante
rol en la política económica y
social, por lo tanto, tiene el
deber de garantizar la justicia
social, la que bajo esta
perspectiva significa no sólo
una justa distribución de la
riqueza, sino que cubre un
horizonte mucho más amplio.
El Estado debe repartir en la
misma forma tanto los
derechos como las
obligaciones, que él a sus
ciudadanos concede o bien
respectivamente exige.
6. 4.- LA COMPETENCIA ECONOMICA
El Magisterio Social de la Iglesia
considera la competencia
económica, en razón de la primacía
de la iniciativa privada frente a la
intervención estatal, como un
importante e irremplazable
instrumento de la economía.
Las consecuencias positivas de la
competencia consisten en la
promoción del desarrollo y en la
recompensa del esfuerzo humano.
Frente a las amargas experiencias del
dirigismo económico durante el
nacional socialismo, los
representantes de la economía social
de mercado ponen especial énfasis en
el rol de la competencia. Ella puede
operar realmente sólo si se cuenta con
un orden econó mico que la asegure,
pero a su vez que la limite. De este
modo la competencia es una condición
esencial para su funcionamiento,
correspondiéndole principalmente la
función de impedir la concentración
del poder económico.
7. 5.- LA PROPIEDAD PRIVADA.
La ética de la propiedad en
la Doctrina Social de la
Iglesia se compone de dos
polos, a saber: el derecho a
la propiedad como un
derecho natural y el
destino universal de los
bienes. La mejor forma de
garantizar el destino
universal de los bienes es
a través de la propiedad
privada.
8. 6.- EL PRINCIPIO DE
SUBSIDIARIEDAD.
Una economía social de
mercado no se concibe, si
no es en un orden de
libertad, pues en un
sistema carente de
libertad, donde no se tiene
opción de elegir entre
diferentes alternativas
políticas, se posee sólo
escasas posibilidades de
decidir en el plano
económico. No hay
economía social de
mercado sin democracia.
10. a) Juan Pablo II
En Centesimus annus encontramos una alusión implícita:
"en algunos países y bajo ciertos aspectos, después de las
destrucciones de la guerra, se asiste a un esfuerzo positivo por
reconstruir, una sociedad democrática inspirada en la justicia
social, que priva al comunismo de su potencial revolucionario,
constituido por muchedumbres explotadas y oprimidas. Estas
iniciativas tratan, en general, de mantener los mecanismos de
libre mercado, asegurando, mediante la estabilidad monetaria y
la seguridad de las relaciones sociales, las condiciones para un
crecimiento estable y sano, dentro del cual los hombres, gracias
a su trabajo, puedan construirse un futuro mejor para si y para
sus hijos. Al mismo tiempo se trata de evitar que los mecanismos
de mercado sean el único punto de referencia de la vida social y
tienden a someterlos a un control público que haga valer el
principio del destino común de los bienes de la tierra"
11. b) Benedicto XVI
Benedicto XVI sigue el surco labrado por su
predecesor. En Caritas in veritate
encontramos claras alusiones a una
economía social de mercado, cuando alude a
la economía, al rol del mercado de la justicia,
etc.
13. Necesidad de conocer, promover,
profundizar y aplicar la DSI
Se preguntaba Benedicto XVI en
Aparecida: “¿Cómo puede
contribuir la Iglesia a la solución
de los urgentes problemas
sociales y políticos, y responder
al gran desafío de la pobreza y
de la miseria?”
“constituye una invaluable riqueza,
que ha animado el testimonio y la
acción solidaria de los laicos y
laicas, quienes se interesan cada vez
más por su formación teológica,
como verdaderos misioneros de la
caridad, y se esfuerzan por
transformar de manera efectiva el
mundo según Cristo.
Innumerables iniciativas laicales en
el ámbito social, cultural, económico
y político, hoy se dejan inspirar en
los principios permanentes, en los
criterios de juicio y en las
directrices de acción provenientes
de la Doctrina Social de la Iglesia”
(Aparecida N° 99)
14. Rol del clero
La Gaudium et spes nos recuerda en su famoso número 42
que “la misión propia que Cristo confió a su Iglesia no es
de orden político, económico o social. El fin que le asignó
es de orden religioso. Pero precisamente de esta misma
misión religiosa derivan funciones, luces y energías que
pueden servir para establecer y consolidar la comunidad
humana según la ley divina. Más aún, donde sea
necesario, según las circunstancias de tiempo y de lugar,
la misión de la Iglesia puede crear, mejor dicho, debe
crear, obras al servicio de todos, particularmente de los
necesitados, como son, por ejemplo, las obras de
misericordia u otras semejantes”
15. Los obispos en cuanto “maestros de la
Verdad”, la verdad sobre Jesucristo, la
verdad sobre la misión de la Iglesia y verdad
sobre el hombre, como nos lo recuerda Juan
Pablo II en sus discurso inaugural de Puebla,
deben preocuparse por todo el hombre y
todos los hombres, aunque con un amor de
predilección por los más pobres.
16. 1) Privilegiar el anuncio
por sobre la denuncia
2) “Acercamiento” y/o
acompañamiento
permanente al mundo
empresarial (político,
económico,
académico)
3) Seguir poniendo el
acento en la persona y
no en las “estructuras”.
17. Rol de los laicos: discípulos y
misioneros de Jesucristo
“Sin embargo se comprueba que la mayor parte de los
bautizados no han tomado aún conciencia plena de su
pertenencia a la Iglesia. Se sienten católicos, pero no
Iglesia. Pocos asumen los valores cristianos como un
elemento de su identidad cultural y por lo tanto no
sienten la necesidad de un compromiso eclesial y
evangelizador. Como consecuencia, el mundo del trabajo,
de la política, de la economía, de la ciencia, del arte, de la
literatura y de los medios de comunicación social no son
guiados por criterios evangélicos. Así se explica la
incoherencia que se da entre la fe que dicen profesar y el
compromiso real en la vida”
Juan Pablo II, cf. DP 783